España hasta el año 711 era cristiana, pero en ese mismo año ocurrieron unos hechos que cambiaron su historia y que la marcaron para siempre, y fue la llegada de personas provenientes del Golfo Pérsico, con una fe, con una religión totalmente diferente a la creencia de que Jesucristo es el Mesías y Dios.

Estas personas profesaban que todos los profetas del Antiguo Testamento, incluidos Juan el Bautista y el mismo Cristo era Profetas enviados por Dios, y el que último gran profeta, es Muhammad.

Hay una versión muy difundida de que los fieles de esta nueva religión llegaron imponiéndose al filo de la espada allá por ese año de 711 en la Península Ibérica, pero hay otra teorías, sostenidas, entre otros, por el filólogo Emilio González Ferrin, autor de “Historia General de Al-Ándalus”, en donde sostiene que la “invasión” se produjo por aculturación, es decir, por propagación, y por la inmigración, y por causa de los problemas internos que el mismo reino cristiano hispánico tenía; algo que sería muy lógico sostener, más que defender una invasión de poco años.

Ilustración 1. El rey Don Rodrigo arengando a los jefes de su ejército antes de dar batalla del Gaudalete, 711. Autor: Bernardo Blanco y Pérez. Museo del Prado. 1871.

Pero, la cuestión de fondo es que pronto, lo que hoy es España y Portugal, se convirtió al Islam y durante ocho siglos llenaron cultural, social, política y religiosamente este territorio con sus formas de vida.

Y, ¿qué ocurre con los cristianos que no se convirtieron? Estos se refugiaron en lo que hoy es la región de Asturias, en el Norte de la Península, donde pronto empezarían la denominada Conquista Cristiana, y una Cruzada para ellos en toda regla.

Ante esto, empezó una guerra, que duró siglos, entre cristianos y musulmanes, y que acabaría con la expulsión definitiva de los musulmanes en el s. XVII.

Pero, a partir de esto, ¿fue todo conflicto? Ambas religiones, ambas culturas,

¿Estaban enfrentadas siempre? ¿Había algún tipo de relación entre ellas?

La respuesta a estas pregunta la tenemos a nivel cultural, porque hemos de ser conscientes que aunque la realidad política era de lucha, a nivel social, comercial, económico, artístico había intercambios entre ambos, y aunque parezca paradójico, esto se daba entre las capas más altas de la sociedad como entre la monarquía, la Iglesia y los Nobles, pero en el pueblo llano también.

Esto dio lugar a un arte muy característico, y muy propio de España y de esta tierra, en el que se unía las características y formas islámicas y las formas cristianas, aclarando que no solo se dio intercambio en el terreno artístico, sino también en el modo de comportarse, vestirse, en la comida, etc, como aparece en el cuadro “Presentación de Cisneros a Isabel la Católica” de Miguel Jadraque y Sánchez Ocaña, de 1860, en la que la Reina Isabel aparece ataviada con vestimenta totalmente musulmana.

Ilustración 2. Presentación de Cisneros a Isabel la Católica. Autor: Miguel Jadraque y Sánchez Ocaña. 1860.

Pero como estamos en el tema del arte, hemos de decir que esto se dio desde el siglo XI, dando lugar a idiosincrasias muy propias y formas de hacer características de cada lugar, siendo este tipo de arte, el Arte Mudéjar.

¿Cómo se dio este intercambio? De muchos modos. Pero especialmente en la arquitectura, mayoritariamente en la decoración y en el uso de materiales como el ladrillo, la madera y el yeso, y en las formas decorativas. La cubrición de techos con armaduras, con alfarjes, la utilización del alfiz en las portadas con el uso del ladrillo de diferentes colores de origen islámico, el uso de la Kubba, las bóvedas de mocárabes, los frisos historíados, las yeserías, los arcos polilobulados, los arcos de herradura, como podemos ver en el Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo o en la Sinagoga del Tránsito; y así un sinfín de caracteres propios del Islam y su arte, que en conjunción con la cultura y formas del arte cristiano hace unas obras únicas e inéditas sin precedentes, como el Real Alcázar de Sevilla, palacio de origen romano, pero que el Rey Pedro I lo convirtió en un hito de formas islámicas sin complejos, con arcos polilobulados, yeserías, jardines, fuentes, azulejos, fruto de su buena relación con la monarquía nazarí del Reino de Granada, la cual le mandaba artistas para la construcción de dicho palacio.

Ilustración 3. Kubba del Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo, en el que podemos observar también los mocárabes.
Ilustración 4. Patio de las Doncellas del Real Alcázar de Sevilla. En el podemos ver el jardín rodeado de pórticos de arcos polilobulados con yeserías.

También, tras el término de la Conquista Cristiana en 1492, con la Toma de la Ciudad de Granada por los Reyes Católicos, el mudéjar fue un arte propio de esta etapa ya que la mayoría de los musulmanes que se quedaron fueron los que construyeron los nuevos edificios (casa e iglesias), tanto de la ciudad de Granada como de los pueblos y villas. Así, podemos destacar las iglesias de Lújar, Albondón y Rubite en la Costa de Granada, entre otras poblaciones.

Ilustración 5. Iglesia Parroquial de San Luis Rey de Francia (Albondón). En ella podemos ver la armadura de la nave central y con una estructura de nave central y dos laterales, con capilla mayor no diferenciada, tipo de iglesia que formaba parte de una de carácter mudéjar del Reino de Granada.

Por ello, aunque parezca que ha habido rivalidades entre el Islam y el Cristianismo, en España se dio una unión a nivel político, social y cultural que se reflejó muy bien en el arte.

 

Presentación Personal.

Soy Raúl Rodríguez Sánchez, historiador del arte, y actualmente estoy finalizando el Máster de Tutela del Patrimonio Histórico-Artístico. El legado de al-Ándalus en la Universidad de Granada (España).

Nací en Motril, provincia de Granada, zona costera de dicha provincia y enfrascado en el mundo del arte sacro desde muy pequeño, en el mundo cofrade, en el mundo de las Hermandades y Cofradías de Semana Santa.

Ya desde la Secundaria me decanté por las Humanidades y al empezar los estudios universitarios tenía dos líneas de estudios: Filología Clásica o Historia del Arte, y al final entré en Historia del Arte, la cual realicé al completo en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

Durante la carrera ya tenía mucho interés en el Arte Sacro dado a mi vivencia de la Fe, algo que tenía siempre muy presente, pero no solo por eso, sino por haberlo vivido desde niño. Aunque en los exámenes y trabajos tenía que ser muy “lógico” al parecer de los profesores, yo sabía perfectamente que en las imágenes sacras hay un mensaje, hay una transmisión de la Fe sin precedentes que no se puede negar, y que ni siquiera un movimiento de la mano de un personaje secundario de un cuadro está puesta por casualidad, sino para dar un sentido a todo.

Durante los estudios universitarios, tengo que decir, que me llamó mucho la atención el tema de la tutela y protección del arte y del patrimonio y en el momento que acabé el grado quise especializarme en ese terreno, pero eso sí, sin abandonar el arte sacro.

De ahí, cree hace poco un blog personal donde comentaba algunas obras de arte desde el punto de vista de la fe y desde su verdadero sentido, para mostrar a las personas esa verdadera identidad del arte cristiano. Aquí dejo la dirección: https://arteverdadbondad.wixsite.com/website

Muchas gracias y un cordial saludo. Bibliografía:

Tota Pulchra: Associazione per la promozione sociale

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