Fotos Manolo Barreras
Como cada 13 de enero, Motril renovó su Voto por los Terremotos ocurridos en los años 1804 y 1884
Esta tradición surge en el pasado siglo XIX ,en el que ante estas catástrofes, los motrileños sacaron a la calle a la Virgen de la Cabeza y a Ntro. Padre Jesús Nazareno.
Nos adentramos en el año 1804 concretamente el día 13 de enero. La tierra comenzó a temblar a las cinco y media de la tarde. Sacudió fuertemente esta ciudad granadina este terremoto que tuvo su origen en el mar. Posteriormente se repitieron varias replicas que mantuvo a la población preocupada.
El ayuntamiento, la alhóndiga, numerosas casas particulares, la Iglesia Mayor de la encarnación muestran desperfectos en su estructura. Este templo sufrió daños en su torre que quedó cuarteada hasta sus cimientos y finalmente tuvo que ser demolida junto con el baluarte del coro que estaba desplomado. Ante el temor de nuevos movimientos sísmicos se trasladaron las imágenes a la Iglesia de la Victoria donde quedó expuesto el Santísimo Sacramento del Altar.
La población abandonó sus casas y se fueron a la vega de Motril a cielo abierto ante el peligro de derrumbe de las casas. Parecía un improvisado campamento en el que los ciudadanos rezaban para que la situación volviera a la normalidad ya que se sucedían pequeñas sacudidas.
El fervor de esta población de la Costa Tropical hace que saquen en procesión a la Virgen de la Cabeza y a Ntro. Padre Jesús Nazareno para pedir la intercesión para que remitieran los terremotos.
Finalizados estos momentos de adversidad, los motrileños se lo agradecieron a estas sagradas imágenes. La municipalidad recogió el sentir de sus ciudadanos y acordó celebrar voto perpetuo por la finalización de esta catástrofe natural el día 9 de marzo del mismo año.
Llegamos al año 1884. El día 25 de diciembre empezó en el teatro Calderón de la Barca de Motril la comedia “La Venda de Cupido”. Sobre las ocho y cuarenta y cinco minutos de la noche se sintió un temblor de gran intensidad que duró la oscilación durante 15 minutos. Todos los espectadores abandonaron el recinto de forma desordenada llegando haber golpes y contusiones durante la evacuación. Tras el terremoto, una nueve de polvo volcánica se cernió sobre la ciudad.
Pasados unos minutos del temblor, los motrileños abandonaron sus hogares y se acomodaron en lugares abiertos como plazas y calles. Volvieron a repetirse durante esta noche siete movimientos sísmicos aumentando el miedo entre la población. Volvieron a acordarse de la Patrona de Motril y de Ntro. Padre Jesús el Nazareno, incluso llegaron a pensar que este terremoto era como consecuencia de haber relajado las costumbres que sus antepasados les había prometido celebrar a estas sagradas imágenes.
Esa noche una gran muchedumbre fueron a la Iglesia de la Encarnación a sacar a Ntro. Padre Jesús Nazareno y la población al salir la imagen lloraron, rezaron suplicantes hacia al cielo. La procesión se dirigió a la iglesia de la Virgen de la Cabeza donde el capellán real entonó unas plegarias y la gente le acompaño con sus oraciones. Seguidamente la Patrona de Motril fue colocada en andas y junto al Nazareno se dirigieron hace la Iglesia de la Encarnación.
Estuvieron colocadas en el pórtico del templo y ambas imágenes fueron veneradas por los motrileños hasta las primeras horas de la mañana del día 26 de diciembre.
Con la salida del sol las familias se dirigían a sus moradas observando los desperfectos de todos los edificios de la ciudad. Esta misma tarde del día 26 se sienten nuevos temblores de menos intensidad y los ciudadanos abandonan apresuradamente el núcleo urbano y se refugian en los alrededores. Desafortunadamente una gran tormenta se cierne sobre la comarca y los motrileños vuelven a sentirse temerosos pero aliviados al no sentir ningún terremoto durante la noche. Hasta la noche del 27 de diciembre permaneció la vega de Motril ocuapada por refugios improvisados por sus ciudadanos.
Para mala suerte una gran oscilación se hace presente el día 30 de diciembre.
Durante todos estos días del último mes del año se ha contabilizado 15 movimientos sísmicos, cuatro fallecidos y varias personas gravemente heridas. Hay numerosos edificios derrumbado, destruidos y apuntalados ante el peligro de derrumbe.
Finalmente, debido a esta catástrofe natural, la población motrileña renovó el voto de la ciudad que prometieron en aquel año de 1804.
Volviendo al siglo XXI, esta tradición de renovar el voto de la ciudad sigue en la actualidad. Este año Motril ha contado con la presencia del Arzobispo Coadjutor de Granada D. José María Gil Tamayo que presidió la celebración eucarística junto con los sacerdotes de esta localidad. En el altar mayor de la Iglesia de la Encarnación se encontraban expuestas las sagradas imágenes en sus respectivos tronos, Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de la Cabeza Coronada. En la Santa Misa participó la coral motrileña “Coral Armiz”.
La procesión comenzó al finalizar este acto religioso y salió sobre las 21.30 h. de la noche hacia el Santuario recorriendo las céntricas calles de esta localidad. Tras la llegada de la Patrona de Motril a su Templo en el cerro, Ntro. Padre Jesús Nazareno continuó por los jardines de atrás, lugar en el que bendijo la vega de este municipio.
Ambos cortejos estaban formados por la cruz parroquial, representación de la junta de gobierno de cada hermandad con su guión corporativo, acólitos ceroferarios con el pertiguero y acólitos Turiferarios. Detrás cada una de las Sagradas Imágenes. En el último tramo del cortejo se encontraba los fieles que acompañaban al Señor y a su Santísima Madre.
La Procesión finalizó con el regreso de Ntro. Padre Jesús Nazareno a su templo la Iglesia Mayor de la Encarnación sobre las once de la noche.
de Judit Ortega
Fotos Manolo Barreras